Si hay a alguien a quién los amantes del café le debemos agradecer eternamente, esa es Erna Knutsen.
Knutsen fue quien, por primera vez, utilizó el término “cafés de especialidad”, hace ya casi cinco décadas.
Pero, permítanme decirles, que ella no solo fue la creadora del concepto, gracias a esta decidida y tenaz mujer, hoy en día, podemos disfrutar de una taza de café hecha con los granos de la más alta calidad.
Es por esto, que, en lamejorhora.com, hemos incluido a esta poderosa mujer en nuestra serie de artículos acerca de las personas que han impactado o innovado en el mundo del café.
¿Quién es Erna Knutsen?
Erna Knutsen, también conocida como la Reina del Café Especial, la Madrina del Café de Especialidad o la Gran Dama, es una noruega que nació en el año 1921, en Bodø.
Para escapar de una recesión económica en el norte de Europa, cuando Erna tenía cinco años, sus padres tomaron la decisión de mudarse con su familia a la ciudad de Nueva York.
Su infancia transcurrió entre Brooklyn y Queens, y, aunque eran muy pobres, Erna recuerda que su madre compraba el mejor café, pues estaban acostumbrados a beber buen café en Noruega.
Emprendedora
En la década de 1950, Erna se muda a San Francisco, California, donde trabajó como modelo, pero el destino la llevó a trabajar de secretaria en una empresa de café y especias de la Bahía de San Francisco.
Ella llegó a decir que, aunque, el trabajo de ser secretaria del vicepresidente de café en American Molasses Company lo que le interesaba era el proceso de catar el café.
A esta tenaz mujer le preocupaba que en la empresa donde laboraba solo vendieran café los tostadores más grandes del país.
Pero todo cambió un día, cuando se encontró con un joven corredor de café. Él le ofreció a la venta una pequeña cantidad de semillas de café verde muy especial.
Su jefe le dijo: “Erna, quédese en su cubículo, vamos a la sala de cata”.
Es que en esa época, mis coffee lovers, las mujeres tenían prohibido tostar café o entrar a una cata.
Cuando Erna le preguntó a su jefe si podía comprar el contenedor, su jefe le respondió: “si puede venderlo, lo compraremos.” “Por supuesto, puedo venderlo”, afirmó muy decidida.
Ella logró vender todo el contenedor en un mes. Y fue así como a la simple secretaria que, por ser mujer, tenía prohibido entrar a las catas, pasó a vender café y a destacarse en una industria cafetalera reservada solo para hombres.
La pionera
Es que, la sagacidad de Erna le hacía ver más allá. Ella reconoció que existía la oportunidad de crear un mercado con los pequeños tostadores: vender pequeños lotes o sacos de café, esos lotes que todos rechazaban porque no podían llenar un contenedor.
A medida que se hizo experta como catadora de café, su reputación entre los pequeños tostadores creció. Y ustedes se preguntarán: experta catando, pero, ¿cómo lo logró, si ella no podía entrar a las catas?
Pues les cuento, que nuestra decidida Erna esperaba que todos los hombres salieran de las catas para ella entrar. Y fue así como adquirió su pericia.
Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos, la tarea no era nada fácil. Con términos ofensivos, algunos hombres amenazaron al jefe de Erna que renunciarían si se permitía que ella entrara a la sala de cata.
A pesar del rechazo, su jefe no dejó de alentarla para que continuará hablando con pequeños tostadores y vendiéndoles café.
Y a base de práctica y consistencia, poco a poco, empezó a captar la atención de los tostadores y compradores de café que, de no dejarla entrar a las catas, ya le consultaban sobre la evaluación de los granos.
Pero, esos aciertos y reputación que se fue ganando hicieron que, en 1973, su jefe la nombrara vicepresidenta de la empresa.
Ya para el 1974, la fama de Erna era tal en el mundo del café, que fue entrevistada por Tea & Coffee Trade Journal.
Es durante esa entrevista que utilizó por primera vez, al menos públicamente, la famosa frase «cafés especiales», para referirse a los cafés con características únicas y sin defectos, cafés que ella vendía.
Reconocimientos
Erna iba por más. Ella estableció su propia base de clientes y fundó Knutsen Coffees, Ltd, su propia empresa comercial cafetera.
Estaba tan decidida en que las personas comprendieran mejor sobre todo lo relacionado al café, que creó boletines informativos, que ella misma enviaba por fax y por correo postal.
En 1991, fue la primera persona en recibir el SCAA Lifetime Achievement Award; en 2014, volvió a ser galardonada como fundadora de la industria del café de especialidad. En 2018 murió a los 96 años de edad.
Y es así como el legado de esta emprendedora y maravillosa dama ha perdurado durante ya 48 años, no solo por ser una mujer pionera en el mundo del café o por crear un concepto, su mayor referencia y contribución fue la de promover a los pequeños caficultores y tostadores, y crear el mercado para impulsar el café de la más alta calidad.
Es por todo esto, mis adorados coffee lovers, que Erna Knutsen forma parte de nuestra serie de personas que han dejado huellas en el mundo del café.
¡Hasta la próxima colada!
Periodista, especializada en gerencia de la comunicación corporativa y estratégica, producción de TV y radio. Con el espíritu wanderlust en mi ADN.